En La ley de la ferocidad, Pablo Ramos vuelve a la carga con su álter ego, Gabriel. El chico arrabalero de El origen de la tristeza (Malpaso, 2014) es ahora un hombre, aparentemente triunfador pero en realidad desgraciado, marcado por una infancia dura. Regresa al territorio de su pasado tras recibir la noticia de la muerte de su padre. Lo espera un velorio de dos días con sus noches, el reencuentro con su familia, con sus exmujeres, y también una serie de terribles cuentas pendientes con un padre inaccesible. El retorno también es una recaída en el alcohol, la cocaína y el sexo ciego; en todo aquello que había provocado su marcha. La redención llegará a través de la escritura, que acabará por purificarlo a golpes, con ferocidad.
Pablo Ramos se aventura en un tema que recorre la literatura desde Hamlet hasta La invención de la soledad de Paul Auster o Patrimonio de Philip Roth, la densa y decisiva sombra del padre en la existencia del hijo. El suyo es un acercamiento a pecho descubierto, sin reservas, exponiéndose a todos los riesgos.
La ley de la ferocidad
Pablo RamosEsta es la historia intensa y cruda de un hombre atormentado que revuelve en el pasado para comprender la razón de su naturaleza, provocadora y cruel. Busca una respuesta que justifique su actitud hostil hacia la vida y que evite su autodestrucción.
Una novela extraordinaria sobre uno de los grandes temas de la literatura: la poderosa (y omnipresente) influencia que los padres ejercen sobre los hijos, incluso desde la tumba, cuando la figura del patriarca parece dotarse de un peso extraordinario.
319 páginas, Tapa dura, 14x21 cm