El fin de la guerra fría trajo consigo el resurgir del nacionalismo, una ideología romántica que parecía superada. Para poder vivir de cerca este fenómeno y tratar de comprenderlo, Ignatieff emprendió un viaje a seis lugares claves del nuevo nacionalismo: la antigua Yugoslavia, Alemania, Ucrania, Quebec, Kurdistán e Irlanda del Norte. El resultado es un brillante ensayo, que sigue de plena actualidad, en el que Ignatieff alerta de los peligros del nacionalismo cuando éste se convierte en una fuerza excluyente.

Sangre y pertenencia es una obra necesaria para entender el nacionalismo y sus distintas manifestaciones, y también una llamada de atención que no puede ignorarse. Hoy en día el nacionalismo sigue siendo uno de los temas de mayor relevancia política, y éste es un libro imprescindible para entender su atractivo y su vigencia.