Nathwell Tate, un gran y desventurado pintor abstracto, se arrojó a las aguas neoyorquinas en enero de 1960. Nunca se encontró su cadáver y a duras penas se hallarían dieciocho briznas de su trabajo, pues él mismo se había encargado de destruirlo poco antes de morir. Muchos años después, David Bowie, Gore Vidal, William Boyd y John Richardson convocaron una fiesta de homenaje en el loft de Jeff Koons. Allí se leyeron fragmentos de este libro a la élite cultural de Manhattan, la cual, según las crónicas, recordaba vagamente al malogrado artista, apreció el formidable mérito de sus obras residuales y se sintió muy impresionada por su trágico destino.
¿Pero quién fue Nat Tate? Esta pérfida biografía desvela este borroso enigma. Porque el lector acaba contemplando un misterio que está fuera del libro o, dicho de otro modo, que está delante de sus narices.
Nat Tate 1928-1960. El enigma de un artista americano.
William Boyd«La ficción y la realidad se fundieron inexorablemente. Tate ya no me necesita; ahora vuela a su aire. ¡Nat vive!», exclamó William Boyd tras la publicación de este sutilísimo ensayo biográfico
David Bowie y William Boyd se conchabaron para engañar a lo mejor de la sociedad neoyorquina con un trampantojo literario, tan divertido como revelador de los entresijos del mundo del arte. Este libro es el resultado de aquella impostura.
En muy pocas ocasiones un libro había logrado expresar de un modo tan acertado lo que es el mundo del arte.
89 páginas, Tapa dura, 14x21 cm
Traducido por Andreu Jaume